La enfermedad de Chagas, que afecta a 8 millones de personas en Latinoamérica, plantea la necesidad de reducir las poblaciones de insectos vectores como medida preventiva. Sin embargo, la creciente resistencia de las vinchucas a los insecticidas ha impulsado la búsqueda de nuevos enfoques. Una estrategia innovadora implica la creación de antagonistas del sistema endócrino para interferir con la fisiología de los insectos. Este enfoque requiere la caracterización de neuropéptidos, moléculas clave en la regulación hormonal. El Laboratorio de Neurobiología de Insectos utiliza técnicas avanzadas, como secuenciación masiva, proteómica, biología molecular y fisiología, para estudiar los neuropéptidos involucrados en procesos vitales de la vinchuca Rhodnius prolixus, como la alimentación, diuresis, desarrollo y percepción sensorial.