El Día Internacional de la Mujer, una fecha de reflexión y lucha constante por la igualdad

El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en un contexto de luchas sociales que datan de principios del siglo XX, cuando las mujeres comenzaron a exigir derechos fundamentales como el voto, la participación política y mejores condiciones laborales. El 8 de marzo de 1908 murieron más de 140 trabajadoras en un trágico incendio en la fábrica Triangle en Nueva York, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Las principales demandas de estas mujeres eran la reducción de jornada laboral a 10 horas, igualdad salarial y mejoras en las condiciones de trabajo. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar, resultando en la terrible muerte de las trabajadoras. Lo sucedido visibilizó las precarias condiciones laborales de las mismas. En 1911, más de un millón de mujeres en Europa marcharon en favor de estos derechos tan buscados. En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Cada 8 de marzo sigue siendo un momento clave para reflexionar sobre los avances obtenidos y los desafíos que aún persisten. En el mundo laboral, existen las desigualdades salariales y el desempleo continúan afectando especialmente a las mujeres. Estos problemas no solo limitan sus oportunidades de desarrollo, sino que también impactan negativamente en el conjunto de la sociedad. El ámbito científico no es ajeno a esta realidad, donde enfrentamos desafíos significativos en cuanto a la representación y el acceso de las mujeres en roles científicos y académicos.

El Día Internacional de la Mujer no es sólo una fecha para recordar lo que falta por hacer, sino también para celebrar los logros y las historias de mujeres valientes que han marcado una diferencia en la historia. Como sociedad, es fundamental seguir trabajando en favor de una igualdad auténtica, donde la justicia, la paz y el desarrollo integral sean accesibles para todas las personas, sin importar su género. La lucha sigue, y el compromiso está más vigente que nunca.